viernes, 14 de febrero de 2014

Rosa de la guerra



Ya basta de oscuridad.
Ya basta de silencios.

Dime de una vez tu razón.

Cuéntame porque floreces cuando no me ves,
y cuando me ves te marchitas.

Pero hoy floreciste al tenerme cerca
y marchitaste al alejarme de ti.

Entonces mis preguntas se ahogan
en un balde sin agua ni alcohol.

La paranoia me ataca por las noches,
y me dejo llevar por la culpa y mi
propia estupidez.

Me arrodillo en esta mañana
y te ruego tu perdón.

Golpea mi frente y luego bésala.

Yo te daré mi corazón para
que lo encierres
junto al tuyo.

Me gusta que este allí, 
y es ese mi lugar.

Soy solo un tonto vespertino
que no puede descansar.

Pero no quiero descansar
cuando el día me da la oportunidad
de darte de mi amor y mi felicidad.

Esa que tu generas al mirarme,
al hablarme, o al escuchar.

Gracias mi rosa 
solitaria.
Estaré aquí a tu lado
para que ese titulo no lo
poseas mas. Ahora mi alma
es tu fiel cuidador.


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