martes, 18 de febrero de 2014

Medicina en Flor

Ahogado esta el sonido
de la felicidad.

En un bamboleo sin sentido
me pierdo en la oscuridad.

Y mirando por el espejo
solo veo mi imagen
corrompida en el cristal.

Es nuevamente la sed
de amor que me intenta
llenar el corazón.

A veces ciertas heridas
vuelven a abrir.

Y de los cortes fluye
la sangre al exterior.

No puedo dejar de sangrar.

Pero entonces las noches traen
consigo a una flor obediente.

Es una flor delicada, que tiene
magia en sus raíces.

Me cura con su néctar y me
da una venda para el
corazón.

Cada noche repite la
historia. Me salva en cada
ocasión.

Una sonrisa es lo que aflora
en mi interior cuando la veo
un poco mas cerca de mi.


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